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Siete de cada 10 proyectos de vivienda son de interés social, para la población más vulnerable
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Expertos dieron a conocer cuál es el panorama, las necesidades y las oportunidades para el sector de la construcción de la vivienda, en medio de una rueda de negocios a la que asistieron más de 150 empresarios.
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1 de cada 5 colombianos trabaja en la cadena constructiva, es decir, el 20 % del total de empleos que hay en el país.
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Para superar el déficit habitacional que hay en el país se necesitaría construir 400 mil viviendas nuevas cada año: Laboratorio de Economía Urbana del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT)
El sector de la construcción de vivienda está representado por un 70 % a 75 % de proyectos de interés social, es decir, en promedio, 7 de cada 10 que están dirigidos principalmente para la población de estratos 1, 2 y 3. Así lo dio a conocer Daniel Rey, el director de estudios económicos e información de Camacol, en el conversatorio sobre el “Panorama de la construcción de la vivienda en el 2023”, en el marco de la primera Rueda de Negocios para la Construcción de Vivienda, un espacio organizado por Compensar que contó con la participación de varios expertos.
“La cimentación y adecuación de infraestructuras VIS nos está permitiendo cerrar la brecha para que el déficit habitacional en el país sea cada vez menor. Estamos en medio de un panorama en el que avanza el desarrollo de muchos proyectos, logrando que más colombianos tengan la oportunidad de acceder a una vivienda, que es la compra más importante de cualquier hogar”, aseguró Rey.
Precisamente, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, en el 2021 el 31 % de los hogares colombianos (5.4 millones) presentaron déficit habitacional, un indicador que no solo hace referencia a la ausencia o falta de una vivienda, sino a las necesidades estructurales insatisfechas y a las condiciones precarias que rodean el entorno en el que residen las familias.
En ese sentido, el déficit en las ciudades se ubicó en un 20.4 % y, en la ruralidad, alcanzó el 68.2 %, panorama que, para subsanar, como lo manifestó el Gobierno nacional, costaría cerca de $197 billones, tomaría más de un siglo para erradicarlo y, adicionalmente, según el Laboratorio de Economía Urbana del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se necesitaría construir 400 mil viviendas nuevas cada año.
“La realidad nos muestra que debemos seguir articulados para contribuir a superar el déficit por medio de la generación de ciudades formales, porque en medio de la informalidad no solo dejan de suplirse las necesidades de las personas, sino que no hay infraestructura social. En ese sentido, estamos llamados a continuar aportando para que la población tenga la posibilidad de vivir en la formalidad, cambiando las trampas de la pobreza por trampolines de prosperidad, como lo son las ciudades bien diseñadas”, comentó Juan Camilo González, Gerente General de Ingeurbe.
Frente a la comercialización, los expertos coinciden en que el 2022 fue un año retador en el que el ritmo de las ventas se fue desacelerando con fuerza, producto de las variaciones que ha tenido la inflación, a nivel mundial, obligando a que los bancos centrales aumenten considerablemente las tasas de interés.
“De todas maneras hay muchos mecanismos que han hecho posible que comprar vivienda nueva no sea un propósito inalcanzable. En el último año, las cajas de compensación aportaron casi 60 mil subsidios, adicional a eso desde Mi Casa Ya, del Gobierno nacional, se entregaron otras ayudas a los hogares más vulnerables; por lo tanto, proyectamos un 2023 prometedor para el sector y para el país, en términos de mejores condiciones de habitabilidad para todos”, añadió Daniel Rey, de Camacol.
Por su parte, Compensar, primera caja de compensación en la comercialización de proyectos de vivienda lanzó, en el 2022, 2.603 unidades en Bogotá, La Calera y Tocancipá; para los próximos tres años espera alcanzar 8.500 viviendas, “no solo entregamos subsidios sino que trabajamos para la construcción de comunidad, por eso nuestro aporte está pensado en la articulación que debe tener la infraestructura del proyecto con la infraestructura social, es decir, el fortalecimiento de tejido social, por medio del liderazgo comunitario y la adecuación de entornos en donde sea posible gozar de un bienestar integral”, dijo Maycol Suárez, Gerente Técnico de Vivienda de Compensar.
En últimas, en el panel sobre el “Panorama de la construcción de la vivienda en el 2023” se recordó lo que aporta el sector en términos de empleabilidad: 1 de cada 5 colombianos trabaja en la cadena constructiva, es decir, el 20 % del total de empleos que hay en el país, “somos importantes dinamizadores de la economía nacional y así debe seguir siendo, concentrándonos en superar los cuellos de botella que se presenten y enfocándonos en la apuesta desde lo social, haciendo viviendas de mayor calidad en función de la calidad de vida que necesitan las familias”, concluyó Juan Fermín, de Ladrillera Santafé.
El conversatorio se realizó en el marco de la primera Rueda de Negocios para la Construcción de Vivienda, a la que asistieron más de 150 personas del sector que tuvieron 440 citas agendadas, con el propósito de generar nuevas alianzas para iniciar las obras de más de 3.000 viviendas nuevas.
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