Bogotá, D.C., agosto de 2022. Los ojos son órganos muy delicados y pueden verse afectados por diferentes enfermedades, así como por golpes o pinchazos causadas como consecuencia de accidentes, que en los perros y gatos pueden ocurrir, por ejemplo, mientras corren y juegan, o cuando tienen alguna pelea. Por ello, es importante que conozcas los rasgos y características que tienen los ojos de tu animal de compañía, con el fin de identificar a tiempo alguna anomalía.

En su estado normal estos deben verse brillantes, sin roturas o heridas y con pupilas del mismo tamaño. La zona alrededor del iris debe ser de color blanco (esclerótica). Los parpados internos rosados, no rojos (hemorrágico) ni blancos (pálidos), y su parte interina no debe estar expuesta. Ten presente que nuestros animales no están exentos de sufrir algún percance, pero en aquellos de razas braquicéfalas como Shihtzu, Pug, Bulldog Frances, Bulldog Ingles, Pequinés, Bóxer y sus cruces, entre otros, así como en el gato persa y Scottisch Fold, estos pueden hacerse más comunes debido a que la forma de su cráneo hace sobresalir sus ojos y por ende son más propensos a traumas, lesiones y afecciones oculares. 

“Cerca del 70% de las lesiones en los ojos de los animales de compañía son ocasionadas por accidentes o por mal manejo de contusiones, traumas y enfermedades oculares”, explicó Magda Arévalo, líder de Brigadas Médicas del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal. Signos de alarma en los ojos de tu perro o gato ¡corre al médico veterinario! 

  • Rasgaduras o heridas
  • Secreciones mucosas purulentas o sangrado
  • Pelaje alrededor de los parpados manchado de lagrimas
  • Nubosidades u opacidad
  • Dificultad o resistencia para abrirlos
  • Rascado frecuente
  • Pupilas de tamaño desigual (anisocoria) o con movimientos horizontales repetitivos (nistagmos)
  • Muy rojos o con “venitas pronunciadas”
  • Con hematomas.
  • Salidos o abultados.

Enfermedades o síntomas oculares más comunesSecreciones: cuando tienen una coloración transparente o clara pueden ser causadas por alergias o polvo. Si son acuosas o mucosas a menudo son signo de la presencia de algún cuerpo extraño; y si su color es amarillo, verdoso o con pus, podrían existir lesiones como úlceras corneales o infecciones graves. Conjuntivitis: es la inflamación de la conjuntiva, que es la capa que recubre toda la superficie expuesta del ojo, haciendo que se vea enrojecido y se genere rasquiña, razón por la cual tu animal va a querer permanecer con el ojo cerrado.

La mayoría de las veces la conjuntivitis va acompañada de secreción mucosa amarillenta y sus causas más comunes son la ausencia de rutinas de cuidado, alergias, ojos secos y obstrucción del conducto lagrimal. 

Lagrimeo excesivo (epifora): ojos llorosos, casi siempre acompañados de piel y pelo manchado alrededor de estos, con mal olor que puede ser causado por la presencia de úlceras corneales, crecimiento de pestañas anormales (entropión), obstrucción del conducto naso lagrimal o tumores. 

Ojo seco: es ocasionado por una falla en la producción de lágrimas suficientes para humectar y mantener limpio el ojo. Puede evidenciarse por la falta de brillo en los ojos, conjuntivitis, secreciones e inflamación del globo ocular a causa de lesiones cerca de las glándulas lagrimales, o fallas del sistema inmunológico. 

Glaucoma: su causa es el aumento de la presión al interior de uno o los dos ojos causando mucho dolor. Se ven abultados o más grandes de lo normal, nublados y algunas veces con lagrimeo excesivo. 

Ojo de Cereza: es el término común para llamar el engrosamiento, inflamación o prolapso de la glándula lagrimal; se caracteriza por verse como una masa roja que sale del ojo y se corrige con cirugía. En caso de que tu animal sufra un accidente en sus ojos mantén la calma y acude inmediatamente al médico veterinario, no lo mediques y trata de ponerle un collar isabelino para evitar que se cause más daño. Si se incrustó algún objeto extraño, (un pedazo de madera, vidrio, piedra u otro) nunca trates de sacarlo, y si el ojo se sale cúbrelo con una gasa empapada con suero fisiológico y/o agua limpia. 

Tips de cuidado básico
Una o dos veces por semana realiza una rutina de limpieza con un trozo de gasa limpia y seca, o mojada con suero fisiológico o algún producto comercial de uso veterinario especializado para ello.

  • Frota suavemente alrededor de los ojos y en las esquinas asegurándote de no tocar el globo ocular.
  • Nunca apliques gotas o ungüentos oftálmicos sin prescripción médica y trata de mantener el pelaje lejos de sus ojos (acude a tu peluquero canino y solicítale que despeje la zona).
  • Llévalo a chequeos médicos regulares para que el médico veterinario pueda identificar posibles afecciones.
  • Procura mantener a tu animal alejado de los lugares donde utilices sustancias químicas que puedan ser irritantes, como productos de aseo y perfumes.